Hoy es fácil comunicarse, ya ni siquiera recurrimos a a las llamadas por teléfono. Un mail, un mensaje o audio de WhatsApp, un mensaje privado en Twitter … Podemos contactar incluso con aquellas personas que nos inspiran, de manera sencilla a través de cualquier red social.
Pero las cosas nos siempre fueron así. Las distancias eran difíciles de recorrer y el medio de comunicación más práctico eran las cartas. Sí sí, has leído bien, las cartas. Pero no esas con las que jugabas al cinquillo con tu abuela. Cartas escritas del puño y letra de quien necesitaba comunicar algo.
Y es que, fijaos hasta que punto fueron importantes las cartas, que parte de la ciencia que hoy conocemos se escribió en estos rectángulos de papel que permitieron a los y las grandes científicas de épocas anteriores, comunicarse y avanzar.
Un caso que me fascina, es el de las cartas entre Blaise Pascal y Pierre de Fermat que sentaron las bases de la probabilidad moderna… Pero, ¿cómo fue? ¿Qué se contaban?
¿Me dejas que te cuente?
Esta vez te lo voy a contar en un vídeo, con un monólogo de menos de 3 minutos. Además, esta entrada participa en la Edición 12.2: Carl Friedrich Gauss del Carnaval de Matemáticas, que en esta ocasión organiza Gaussianos. Espero que os guste!
Muy bien creo que es lo mismo que decir: pienso luego existo!
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